-No lo hagas, por favor.-Las lágrimas se agolpaban en sus ojos de mirada impotente.-No vayas.
-No tengo elección, nunca la he tenido.-rodeó la gran columna redonda y agarró las manos de ella con fuerza, a pesar de que casi no opuso resistencia.
Ató sus muñecas con una cinta y se aseguró de que no se soltaría.
Su frialdad estremeció a la muchacha que, dejó escapar su primera lágrima al sentir en sus muñecas la más apresadora de las cárceles.
-Mientes.-le acusó.
-¿y qué importa eso ahora?- Él volvió a colocarse frente a ella, fingiendo un enfado que ocultaba su tristeza, pero se dijo a si mismo que tenía que hacerlo, por ella.
-Importa porque…
-¿Porque qué?-Dijo él a gritos, muy cerca de ella, tan cerca de ella que casi podía respirar su aliento, tan cerca que sus labios podían rozarse.
-Porque…te quiero.
El corazón de aquel chico se paró un instante, para después volver a latir dejándole el dolor más profundo que había podido sentir alguna vez.
-Es demasiado tarde para eso, Lía.- Dio un paso atrás, y se sumergió en la más profunda oscuridad que aquella nave abandonada podía proporcionarle, con la intención de que no pudiera ver en él, el dolor de la despedida.
-Quédate conmigo, Tom.-Respiró sus palabras, ya sollozando.-No tienes por qué ir. Sabes que si vas, jamás saldrás con vida.
-No tengo elección, nunca la he tenido.-rodeó la gran columna redonda y agarró las manos de ella con fuerza, a pesar de que casi no opuso resistencia.
Ató sus muñecas con una cinta y se aseguró de que no se soltaría.
Su frialdad estremeció a la muchacha que, dejó escapar su primera lágrima al sentir en sus muñecas la más apresadora de las cárceles.
-Mientes.-le acusó.
-¿y qué importa eso ahora?- Él volvió a colocarse frente a ella, fingiendo un enfado que ocultaba su tristeza, pero se dijo a si mismo que tenía que hacerlo, por ella.
-Importa porque…
-¿Porque qué?-Dijo él a gritos, muy cerca de ella, tan cerca de ella que casi podía respirar su aliento, tan cerca que sus labios podían rozarse.
-Porque…te quiero.
El corazón de aquel chico se paró un instante, para después volver a latir dejándole el dolor más profundo que había podido sentir alguna vez.
-Es demasiado tarde para eso, Lía.- Dio un paso atrás, y se sumergió en la más profunda oscuridad que aquella nave abandonada podía proporcionarle, con la intención de que no pudiera ver en él, el dolor de la despedida.
-Quédate conmigo, Tom.-Respiró sus palabras, ya sollozando.-No tienes por qué ir. Sabes que si vas, jamás saldrás con vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario